En busca de la felicidad II

"Uno no se viste por la última palabra que dijo, sino por lo que fue en toda la relación". 

Esa frase se me quedó impregnada en mi mente hace años cuando la escuché en un programa de televisión. Y es verdad, supongo. El problema en esta situación fue que en TODA la "relación" (porque nunca andamos con nuestro cartel de "enamorados")  mi investidura era un golpe a su lógica, razón y sentimientos.


Bueno, me dispuse con un plan, según yo, infalible.
Error. Nada está comprado en este mundo.

Qué chica no muere por un cantante... qué chica no muere por su ídolo. Conseguí una cámara digital, una guitarra, unos cómodos zapatos, una ligera mochila, contactos, saldo, etc., y salí en busca de Gianmarco y Daniel F. El primero lo elegí por la representatividad; el segundo, porque le encanta. Para quienes no conocen a Daniel F., él es el vocalista de Leusemia y también solista de música trova en el Perú. Gianmarco, bueno... creo que todos deben de haber escuchado de él.
El plan era grabar todas las peripecias, choteadas, llamadas, contactos, viajes y todo el cansancio y tiempo que me iba a demandar encontrarlos. Una vez con ellos, les iba a pedir que digan unas palabras a la cámara... y si podían cantar algo, mejor. Una vez con todo el material grabado, editarlo y ponerlo en un Cd para que vea de qué cosas fui capaz de hacer por ella. Llegué a un punto tal de desesperación que solo se me ocurrió eso. Pero tengo que ser franco, el plan no fue mío.
En Argentina, hay un chico al que le llaman "El Zurdo" que hizo exactamente lo mismo, pero con Ricardo Arjona. Ese video que está en internet, me lo mostró ella toda emocionada en alguna oportunidad cuando todo era color de rosa y las sombras todavía nisiquiera se asomaban. Entonces, empujado por el recuerdo de su emoción por haber visto ese video, decidí hacerlo yo también.

Me dispuse entonces en una larga travesía por todo Lima para encontrarlos. Me fui hasta UPC (Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas), porque tengo entendido que Gianmarco tiene una facultad de música ahí. En la entrada, tuve que poner la excusa de que iba a recojer unas cosas adentro. Por obra y grazia de cupido, me dejaron pasar. Ya adentro comencé a grabar y a hablar solo frente a la cámara. Busqué, caminé y pregunté hasta que me dijeron que las clases no eran allí, sino por el puente Primavera, que está a unos minutos de la Universidad. Entonces salí y fui al puente. "Por una torre de agua", me dijo la chica de informes. Encontré la torre de agua, pero nunca la bendita facultad. Caminé durante tres largas horas con una guitarra, una mochila y una cámara digital bajo el sol, porque apesar de ser invierno, justo ese día salió sol. Ida y vuelta por los lugares por donde ya había pasado hasta que me cansé y me fui a un grifo a ponerme saldo y descansar un rato. Intenté conseguir el teléfono de UPC para llamar y que me den la dirección exacta, pero nadie lo tenía y la página web de la U estaba en reparación. Muy mala suerte. O muy buena señal para parar. Lamentablemente, soy muy necio.

Otro día fui al Parque Kennedy a hablar con Daniel F., ya que por contactos que agregué al msn, me dijeron que él iba a alimentar a los gatos de ahí los martes en la noche. O por lo menos, pensaban que era el martes. Error. Me pasé otras 3 horas con frío y con hambre esperándolo, pero nunca apareció. Ya después lo contacté a él mismo por Facebook y me dijo el día que iba.

Con Gianmarco también tuve otro giro de suerte. Conocí a alguien que decía ser muy amigo de el muy amigo de él. Me dio su teléfono para que lo llamara cuando quiera. Hice más cosas, como ir al canal 4 y demás, pero ya harían más extensa la historia.

Todo estaba listo, solo faltaba ir de nuevo al Kennedy y hacer una llamada. Pero mi ansiedad es uno de mis mayores defectos, e hizo que no aguante más y le contara todo a la chica. Ver totalmente feliz a ese alguien, mientras tus te carcomes por dentro es motivo para explotar. Y así fue. Un mail de 1324321423984719823 caracteres con explicaciones y sentimientos le llegó a su bandeja de entrada. Pero fue en vano, todo fue en vano.
Un "seamos amigos" es indicador de que me puedo llevar mi video a lo más profundo del baúl del olvido.

Ahora ella está contenta a lado de un compañero de trabajo que es mi amigo. Les va bien al parecer, y ambos están contentos. No me queda más que decirles que lo estén y que ojalá sea una relación de esas que no se olvidan, de esas que no existe esa última palabra que desviste a la persona, o de esas...que nunca se vistieron de nada.