sábado, 11 de septiembre de 2010

Es extraño cómo extrañas

Recuerdo bien lo que era echar de menos a alguien. Cuando eso pasaba, así tenga que darme el trote de ir a los extremos de Lima, luego estudiar y después trabajar, me daba un tiempito de 15 minutos para ver a esa persona que me apenaba su ausencia. Solo bastaba verla y escuchar su voz para que mis ojeras y mi cansancio desaparezcan por unos minutos; y para que mis deseos de estar en mi cama se transformen en unos de pasar la noche entera con ella. El comienzo y transcurso del día era un mar de sueño, pero ella tenía el poder de terminarlo lleno de alegría y gozo.

viernes, 10 de septiembre de 2010

La factura de la superficialidad


Toda deuda se paga. Al banco cuando sacaste un préstamo para algún proyecto personal; al amigo cuando no te alcanzó para regresarte a tu casa por haber comprado chela en la disco; a tus viejos cuando no te alcanzó hasta el fin de mes lo que te pagan en tu chamba por haberla gastado en taxis, comida y salidas, etc. Todas estas deudas, una vez saldadas, te dejan una satisfacción de haber gastado tu energía y tu dinero en algo que te hizo feliz por un momento. Pero no es lo mismo cuando la factura no va a tus bolsillos, sino a tu ego de hombre por tener de enamorada a una chica, que en esta sociedad se denominaría "rica". Pero para no herir suceptibilidades pongámosle una denominación de "muy hermosa chica".

martes, 7 de septiembre de 2010

Porque Dios nos unió

Los santos eran testigos, una cruz con un cristo estaba al frente, una virgen María en un pedestal al lado izquierdo sonreía y cientos de fieles orando en la iglesia a nuestros costados. La relación estaba aprobada por todos... hasta por el mismo Dios.  Una mirada fugaz se centraba en la mía con unos ojos caramelo. Unas seis bancas más adelante que la mía había una chica de cabello largo y negro con una mirada tan dulce e inocente como la de un bebé. Esa mirada se cruzaba con la mía cada 2 minutos, tiempo en que ella encontraba alguna excusa para voltear.

domingo, 5 de septiembre de 2010

En busca de la felicidad II

"Uno no se viste por la última palabra que dijo, sino por lo que fue en toda la relación". 

Esa frase se me quedó impregnada en mi mente hace años cuando la escuché en un programa de televisión. Y es verdad, supongo. El problema en esta situación fue que en TODA la "relación" (porque nunca andamos con nuestro cartel de "enamorados")  mi investidura era un golpe a su lógica, razón y sentimientos.

viernes, 3 de septiembre de 2010

En busca de la felicidad


A todos los hombres, y a algunas mujeres, se nos viene la egoísta etapa de "querer estar solos". Ésa que lo único que significa es no querer dar explicaciones a nadie acerca de tus acciones que, si estuvieras de enamorado, tendrías que darlas con una rosa en la mano, un peluche en la otra y un buen floro en la boca. Pero ¿qué pasa cuando uno conoce a alguien que lo arrastra de pies a cabeza hacia el mundo real, ése donde todos los hombres y mujeres están inmersos en el querer estar emparejados con alguien bajo el cartel de "enamorados".
Para uno querer entrar a esa inmadura etapa del "querer estar solos", es lógico que tiene que haber salido de una relación. Una quizás, un poco duradera. Y es lógico también, que derrepente uno ha sido el causante de la ruptura por haber sido tentado por los beneficios de esa etapa. Pero el Karma es algo increíble...
Después de haber comenzado "algo" como si fuera un juego con la chica que al final del cuento me saca de mi etapa estúpida, la idea de volver a estar de enamorado con alguien no me sonó tan mal. Ella es de esas personas que te hacen notar su ternura desde la uña del pie hasta la punta del cabello. Y yo,  como todo hombre, suspiré.
Pero cómo es la vida de dura e indecisa, que es muy dificil desligarse del todo de una ex de 3 años. Esos baches que tuve, porque no fue solo uno, hicieron que la chica por la que suspiraba se alejara del todo definitivamente, ya después de haber sido presa de mis artimañas para el perdón por dos veces anteriores. No había nada qué reclamar, la fregué cuantas veces pude. Lo más importante de todo esto es que me di cuenta de hasta qué punto soy capaz de dar para recuperar a alguien.
Algo que nunca en mi vida había hecho por alguien, ni siquiera por la ex de 3 años. Llegue a un punto de desesperación tal que intenté lo imposible para recuperarla. Pero de eso...ya hablaremos después.
Continuará...

sábado, 28 de agosto de 2010

Una verificación de datos a Yvonne Frayssinet


“Se dice de todo acerca de Yvonne Frayssinet: amorosa, tierna, divertida, loca. Pero ¿qué tanto es cierto todos estos adjetivos que le atribuyen? Una fría noche en el teatro Marsano se descubre la verdad de las cosas, los adjetivos reales, los ficticios y los que ella misma se atribuye. La vida real en escena de Yvonne Frayssinet.”

El temperamento la hace sobresalir de la escena como cuando un animal encuentra a su presa. Yvonne dice sus líneas con firmeza, rudeza y convicción. Va y viene de un lado del piso al otro como cuando uno está ansioso. –“Déjenme pasar”-, le dice a Nicolás Fantinato y a Pilar Brescia y se abre paso entre sus dos colegas (otros actores reconocidos en el medio peruano), como si estuviera muy acostumbrada a hacerlo.

La primera enamorada


A la primera enamorada se le guarda siempre un cariño y respeto que hasta a tu contemporánea compañera le dan celos. Me acuerdo muy bien como fue. Una amiga de mi promoción me llamó en el recreo desesperada y emocionada para que la acompañara a un lugar bien escondido del colegio. Estaba en 1ero de secundaria en el desapercibido CIFO (Colegio Isabel Flores de Oliva) en San Isidro. Si no me equivoco, fue un mayo del 2001. El día no me acuerdo ahora, pero en ese entonces sí lo fue todo. Llegue jaloneado de ella a un lugar recóndito de mi colegio.  Yo era nuevo y no conocía muchos los espacios del lugar; solo me interesaba dónde estaba el baño, la canchita de fútbol, mi salón y el lugar donde podía comprar comida.